Biberones: Material, tetina y marcas

Cristina pasó ayer por la farmacia para comprar una leche de continuación para su hijo Martín. Tiene cuatro meses y hasta ahora ha estado alimentándole mediante lactancia materna. Pero ya tiene que incorporarse al trabajo y por esa razón va a empezar a combinar la lactancia materna con la artificial. Para ello, necesita comprar un biberón.

¡Estoy hecha un lío! ¡Hay tantas opciones que no sé por dónde empezar! ¿De vidrio o de plástico? ¿Estrecho o ancho? ¿Tetina de látex o de silicona? El “agujerito” de la tetina, ¿cómo? ¿QUÉ BIBERON ELIJO PARA MI BEBÉ?

Efectivamente, como dice Cristina, en el mercado existe una gran variedad de materiales, diseños, funciones, formas y tamaños de biberones. Pero elegir no es tan difícil, sólo tenemos que tener en cuenta nuestras necesidades y preferencias y, sobre todo, las del bebé. Aquí van unos consejos para elegir biberón para tu bebé…

Material, capacidad y forma de los biberones:

El vidrio no absorbe los olores, sabores y colores de los alimentos, no interfiere con las propiedades de los alimentos que contiene, no libera sustancias (es químicamente inerte), es muy resistente a los cambios bruscos de temperatura y puede esterilizarse por calor o frío. Como inconvenientes podemos señalar que es más pesado que el plástico, se puede romper y generalmente los biberones de vidrio suelen ser más costosos y difíciles de encontrar. Esta opción se suele elegir para los primeros meses de vida, antes de que el bebé comience a sostener el biberón por si solo.

Los plásticos rígidos transparentes (policarbonato, polipropileno, poliamida…) son más ligeros y resistentes que el vidrio. También son termorresistentes y pueden esterilizarse por calor o frío. El principal inconveniente de este tipo de materiales es que pueden absorber los olores, sabores y colores de los alimentos, volviéndose con el tiempo opacos o amarillentos y que se rayan con más facilidad. El plástico es la opción adecuada cuando el bebé comienza a sujetar solito el biberón. Ten en cuenta que los biberones comercializados en España han de estar libres de Bisfenol A (BPA)

Hay biberones de boca estrecha y de boca ancha. A mayor amplitud de cuello, la limpieza y preparación de los biberones será más sencilla. Además, tendrán una mayor estabilidad. Habrá que tener en cuenta la altura, sobre todo si vamos a usar el microondas para calentar o si usamos un esterilizador. En función del fabricante, hay biberones de distinta capacidad que van generalmente de 60 a 360 ml (60, 120, 150, 240, 270, 360 ml). Su elección dependerá de la cantidad de alimento que tome el bebé. En cuanto a la forma, hay biberones cilíndricos rectos, algunos se estrechan para resultar más ergonómicos, con asas o con un hueco central para facilitar la sujeción por parte del bebé.

Aunque no es lo más importante, hay mil diseños para elegir: modernos, más clásicos; en tonos pastel o con colores muy vivos. Esto ya depende de los gustos de los padres y de la opinión de los abuelos ;-)

Tetina: material, forma y flujo

Las tetinas son un mundo y en gran medida la elección dependerá de los gustos del bebé. La gran mayoría de tetinas disponibles en el mercado están provistas de válvula anticólicos.

El látex o caucho es un producto vegetal natural de color ámbar, de textura blanda y elástica, muy flexible, que produce una sensación de succión muy natural. Es menos propenso a atraer polvo que la silicona, aunque retiene más los olores y sabores y muestra más alteraciones por el uso y las esterilizaciones. Se recomienda cuando al niño le han salido los dientes, pues es más resistente a los desgarros que la silicona.

La silicona es un material sintético de alta calidad transparente, inodoro e insípido y más resistente a la temperatura y la luz. No absorbe olores ni sabores y no se deforma con el paso del tiempo. Sin embargo, es menos flexible que el látex por lo que es más susceptible a romperse por los tirones. Es la opción para niños alérgicos al látex.

En cuanto a la forma, esta puede ser: Anatómica: su forma imita al pezón materno y está adaptada a la mandíbula del bebé.

Redonda o fisiológica: tiene una forma simétrica, permite que esta quede siempre bien colocada, ejerciendo la mínima presión sobre el paladar.

El flujo de goteo de las tetinas puede ser:

• Orificio talla S o normal: flujo lento, para agua, infusiones, leche materna. Ideal para los primeros días de vida del recién nacido.
• Orificio talla M o medio: para leche. A partir de 2 meses.
• Orificio talla L: flujo denso, para alimentos más espesos. A partir de 4 meses.
• Dos o tres orificios: flujo rápido, para líquidos. A partir de 4 meses.
• Ranura en cruz o estrella: flujo denso, para papillas, cremas, cereales. A partir de 4 meses.
• Tres posiciones: regula la salida del líquido en función de las necesidades del bebé o del tipo de alimento girando el biberón. Permite adaptarse a los distintos ritmos de succión durante la toma. A partir de 0 meses.

Imagen extraída del catálogo nursing de CHICCO.

Imagen extraída del catálogo de Suavinex

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10 consejos sobre el uso y manejo de biberones:

1. Es recomendable esterilizar los biberones antes del primer uso.
2. Para limpiar correctamente los biberones, lo mejor es hacerlo tan pronto terminemos de usarlos. Hay que separar todas las partes, tetina, rosca y biberón y limpiar con agua caliente y detergente (ahora los hay específicos para el uso con productos infantiles: ) insistiendo con un cepillo en las zonas de difícil acceso, donde se pueden acumular los residuos con más facilidad. Una vez fregado, se aclarará abundantemente. Para secarlos, los dejaremos encima de un escurridor o utilizaremos un trapo limpio.
3. Guarda los biberones en un sitio seco, limpio y cerrado.
4. Los biberones (no las tetinas) se pueden lavar en el lavavajillas, aunque en general no se recomienda, por las elevadas temperaturas que se alcanzan y los detergentes utilizados suelen ser bastante agresivos.
5. Puedes esterilizar tus biberones en caliente (con agua hirviendo o vapor) o en frío (utilizando tabletas esterilizantes que se disuelven en agua fría)
6. Recuerda, ¡de nada sirve esterilizar compulsivamente los biberones si no nos lavamos las manos cuando los preparamos!
7. Para preparar el biberón de tu hijo, sigue las instrucciones del envase. No olvides comprobar la temperatura del alimento antes de la toma.
8. No es conveniente calentar los biberones de plástico en el microondas, ya que acelera el envejecimiento del material. Además, los alimentos no se calientan de forma homogénea, aumentando el riesgo de quemaduras.
9. Conviene desechar las tetinas al primer signo de deterioro o fragilidad, habrá que inspeccionarlas sobre todo cuando el niño tenga dientes. Se recomienda sustituirlos al mes de uso.
10. Desde el momento que empiezan a beber solos y para facilitar su autonomía y el paso de biberón al vaso, existen multitud de vasos de aprendizaje, que suelen disponer de asas u otros sistemas de agarre.